Una Carta del Timothy Cardenal Dolan de Nueva York

Desde la primera instrucción que Dios dio a nuestros padres ancestrales de ser fructíferos y multiplicarse, y por la continuación ininterrumpida de esta enseñanza a lo largo de miles de años; el matrimonio y la procreación han sido revelados no como un mero precepto arbitrario de Dios, sino como una imitación de su propia naturaleza – amor vivificante.

En una época en que ambas concepciones: la importancia y la definición de familia parecen estar bajo ataque constante de todos los frentes, mi amigo Johann Christoph Arnold ofrece una perspectiva muy necesaria sobre el matrimonio y una orientación para la crianza de los hijos que es a la vez: comprobación de antaño completamente actualizada y fe sólidamente enraizada.

En este fascinante trabajo, el pastor Arnold nos explica con certeza que todavía podemos criar a los hijos de manera correcta y evitar ceder a las presiones de una cultura confundida. Él no se anda con rodeos, no obstante sus enseñanzas conservan la compasión del Evangelio exponiendo su genuina preocupación por la difícil situación de los padres que tienen que enfrentar a un adolescente difícil o a un hijo discapacitado. A medida que la estructura de la familia y la sociedad se ve amenazada, él ofrece medidas concretas para fortalecer y alentar aquellos padres que quieren transmitir a sus hijos los valores que sus padres les dieron a ellos. A menudo he dicho que la mayor bendición que he recibido es ser hijo de Robert y Shirley Dolan, y haber sido formado dentro de una familia con el amor de mis padres y mis cuatro hermanos y hermanas. Al leer Los niños son esenciales, reconocí el amor y la sabiduría de mis propios padres reflejado en el sabio consejo de Arnold. En las siguientes páginas les invito a disfrutar puntos de vista que reflejan la experiencia y la tradición de toda una generación de pastores y maestros que han guiado a padres, niños y escuelas -en los últimos cien años- en Europa, América del Sur y en los Estados Unidos. Yo le pido a Dios que Los niños son esenciales ayude a contribuir a un mejor entendimiento del increíble regalo que son el matrimonio y la familia.

Fielmente,

Timothy Michael Dolan, el cardenal, arzobispo de Nueva York Nueva York, marzo 2012